Arequipa, tierra de Volcanes

Hablar de montañas en Arequipa, es casi referirse sin mayor argumento, a nuestros volcanes; una región cuyos paisajes están coronados por variadas formas, desde el casi perfecto cono del Misti, tutelar de la capital de la región, hasta el grandioso valle de Andagua, hogar de 86 edificios volcánicos.
Es casi un hecho infaltable que desde muchos puntos de la región asome una cima nevada, los restos de un volcán extinto, o bien las fumarolas de otro activo, como solía ocurrir con el Sabancaya.
El surgimiento de la cordillera volcánica que atraviesa el Perú, se explica por la teoría de la Tectónica de Placas. La placa oceánica de Nazca que se mueve en sentido oeste-este, choca y luego se “sumerge” en un ángulo de 30º de inclinación por debajo de la placa continental de Sudamérica que se desplaza en sentido contrario. Este fenómeno genera la formación de magma que luego asciende y forma volcanes. Ambas placas se acercan con una velocidad de 9 cm/año en la zona del sur del Perú.
Las placas son una masa rocosa rígida de aproximadamente 100 km de espesor,que se mueven sobre una masa rocosa menos densa, fluida, y de elevadísima temperatura. Al producirse el contacto entre ambas moles se libera enorme energía en forma continua y sostenida, que es principalmente percibida por la ocurrencia de pequeños o grandes movimientos sísmicos, cuyas ondas llegan hasta la superficie.

El Misti, es la montaña tutelar de Arequipa capital, los estudios geológico-geofísicos efectuados recientemente, muestran que este volcán tiene aproximadamente 800 mil años de antigüedad, y que se encuentra emplazado sobre una base constituida por formaciones rocosas de tipo ignimbrítico que se conocen popularmente como “sillares” cuyas edades van de los 13,8 Ma (millones de años) para los viejos sillares, a los 2,4 Ma como es el caso del emblemático sillar blanco arequipeño. Estos sillares pueden ser ampliamente observados en el cañon del río Chili y en toda la pampa al suroeste de la carretera Arequipa-Yura.